Promontorio rocoso,cubierto de arboles,y una tupida vegetacion,divide en dos la bahia de Tome.
Del Morro a Bellavista,y desde el Morro ,hasta caleta los Bagres.En la primera parte,estaba ubicada la playa La Estacion,lugar al cual concurrimos desde niños,pues estabamos cerca de ella,y nos ibamos desde la casa,ubicada en Serrano,vestidos con los flamentes trajes de baño de lana que nos tejia nuestra madre,y que al salir del agua nos colgaban hasta las rodillas,por el peso de la arena acumulada en la entrepierna.Pero total,los niños no tienen pretenciones esteticas,de modo que no nos preocupabamos mucho de esos detalles.
Cuando crecimos,y la bolsa de arena entre las piernas empezo a hacerse notar en nuestras juveniles aspiraciones esteticas y en nuestros impulsos de "conquistadores de Mongolia",ya comenzamos a darnos cuenta de que era hora de vestir un Short Catalina",y tambien,mudarnos de playa,al otro lado del Morro,donde dariamos rienda suelta a nuestros impulsos de conquista,y de hacer nuevas amistades.
Era hermoso el Balneario El Morro de esos años,con su casino de hermosa construccion de madera,un amplio comedor rodeado de corredores abiertos,de adorno,grandes jarrones de concreto,y escalinatas para bajar a la playa.A la derecha,un hermoso bar,con un largo y ancho meson,y varias mesas.Una avenida central por la cual accedian los vehiculos,flanqueada de setos de recortados cipreces,y a su lado,una hermosa rotonda de madera,con asientos,y una pileta con agua en un jardin lateral.El hotel,una vieja construccion de dos pisos,que sirvio de hospital despues del terremoto de 1939,y hoy dia,reemplazado por un flamante hotel.
El cerro tenia dos subidas,una que quedaba junto al hotel,al lado del camino que conducia hacia los baños de mar caliente,que en ese entonces,quedaban ubicados en el extremo sur-poniente del promontorio.La segunda subida,la que mas empleabamos nosotros,quedaba junto a la playa,en el sector de las casetas de los bañistas,y desde ella se tenia una panoramica de la playa.
Era hermoso el cerro,con multiples caminitos,flanqueados de bien recortados setos de cipres.Habia hasta una casa de veraneo,y un estanque de agua potable,para que la presion de agua no fallara en el hotel.
Aqui jugamos todo tipo de juegos,especialmente el paquito libre,el un,dos,tres por mi,y otros mas.En una oportunidad,arrancando a escondernos,mi hermano Raul recibio un golpe en la cara que le dio una de las varas de madera que contenian a los setos de cipres que formaban los caminitos por los que corriamos.Tuvimos que bajarlo entre cuatro,totalmente Nockout,y llevarlo al medico.Con el tiempo,el Rulo se acostumbro a que lo sacaramos en andas,y un año nuevo de no me acuerdo cual año,se puso a chupar mano a mano con el padre de uno de nuestros amigos,y que en ese entonces era jubilado de carabineros.Ron Cubano purito,sin Coca Cola.Tuvimos que sacarlo por la cocina,y tirarlo en calidad de bulto,en el Jeep del Chucho Cabezas.Mi madre puso el grito en el cielo,cuando subiamos a su querubin al segundo piso.Durmio la mona dos dias,despertando "con una sed",el 2 de Enero por la tardecita.
Tambien aqui en el Morro,desarrollamos nuestras mejores habilidades como voyeristas,cuando el latigazo del sexo nos comenzo a chicotear,y no habia pareja que iba a pololear al Morro,o a cosas mayores,que se nos escapara.En una oportunidad,estabamos como cuatro o cinco amigos,espectantes y nerviosos,esperando que un fogoso galan culminara su conquista,cuando el flaco Pantopin,no se pudo contener,y a todo pulmon le grita:"Cu...tela luego...pus mierda".Ahi si que quedo la caga.El galan se da cuenta que es observado por varios ojos,y furioso,deja a su pareja,y abrochandose los pantalones,nos comienza a perseguir,eligiendo precisamente el sendero por el cual corria Pantopin,con tanta mala R,que este tropieza,y cae.El frustrado galan se acerca con el puño en alto.El flaco mira despavorido el conjunto de dedos apuñados en vias de colicionar con su cara,y sacando fuerzas de su flaqueza,grita despavorido:"MAMITAAAA...!!!!!.
Nunca mas participo en episodio voyeristico alguno.
Con los años,se invirtieron los papeles,y de sapos,pasamos a ser sapeados,pagando en carne propia lo que le hicimos a otros.La primera mujer(Que mujer ni ocho cuartos,si era una perica de mi edad)que bese en la boca,fue aca en el Morro.No me gustaba mucho,a pesar que no era demasiado porfiada de caracho,se defendia bastante bien,y que diablos,por algo habia que empezar.Eran dos hermanas,Sonia la menor,y Eliana la mayor.Tuve que agarrarme a Sonia,pues a pesar que me gustaba la mayor,esta no me inflaba para nada,llegando la muy patuda una vez que le mande saludos,a mandarme al punto mas culminante del Santo,y a decirme que no le servia"ni para lustrarse los zapatos",cosa que hirio mortalmente mi juvenil orgullo,y decidi vengarme,agarrandome a hocicazos a la hermana.Una vez cerrada y cicatrizada la herida,le segui dando al pololeo,con otras admiradoras que me admiraban de verdad,y no como la tonta de la Eliana.
Aqui en el Morro tambien dimos los primeros pasos en el desarrollo de nuestra sexualidad,con los famosos "campeonatos de paja",que realizabamos en los miradores que habian distribuidos en el cerro.El campeon olimpico fue siempre el Arveja Dura,el cual se corria tres "al hilo",y seguia caliente.Hoy es un respetable expendedor en una centrica tienda.Los demas,llegabamos a las dos,y eso.
Otra actividad cotidiana,casi diaria diria yo,era hacerle la peladilla al Momo,al cual teniamos de casero,por ser el mas chico,y mas debil de todo el lote.Crecio entre peladilla y peladilla.
Otro que se desgracio en el cerrito,fue mi amigo y posterior compañero en el internado del Liceo de Hombres de Concepcion,Rene San Martin,el que en una oportunidad cayo rodando al resbalar,por la subida que habia al lado de los camarines de bañistas,o casetas como las llamabamos ,y se fracturo ambos brazos,debiendo permanecer un mes colgado de las extremidades superiores,y en cama.Era el que siempre nos aconsejaba,cuando teniamos una cuita de amor,y nos decia.¿Quieren olvidar a la fulana de tal?...Ah?....Entonces,imaginensela cagando,pujando.No miento al contar que en mas de alguna oportunidad,la receta era efectiva.
A medida que ibamos creciendo,dejamos de subir a pololear al Morro,y el ultimo que recuerdo fue con una niña que vivia al lado del Balneario,por el lado de Werner,al lado de la playa.Con ella,las cosas no pasaron a mayores,solamente por lo Pavo que era este humilde servidor,pues,a pesar de que me las daban en bandeja,la maxima intrepidez mia,fue toquetearle los melones,que en realidad,prometian futuro explendor.Tambien era conocida,como "la mina del bikini amarillo"
Tenia en realidad,una exelente Corporacion de fomento a la produccion.Mas adelante,a los 40,se me volvio a terciar por delante,y esta vez no la perdone,y me hizo de rechupete,logicamente que con mi anuencia.
Todos los dias se armaban bailoteos en los corredores que circundaban el antiguo comedor del Balneario,esto,logicamente que en la temporada de verano,cuando el hotel estaba repleto de veraneantes,y nosotros comenzamos poco a poco a acercarnos y entretenernos con los danzantes.En esos años recien llegaba el rokanrrol a Chile,con Bill Halley y sus Cometas,Little Richard,y sus Gatos,el Rey,Elvys Prietsley,y en la onda del Blues,Pat Boon,Nat King Cole,y otros que se me escapan.En esos años,la moda para las niñas,era usar una falda amplia,y un cinturon grueso,que las hacia resaltar la cinturita de avispa.
Nosotros,nada de perezosos,nos intalabamos en los escalones que llevaban a los pasillos alrededor del comedor,a admirar las volteretas de los rokeros,y de paso sapearle los calzones a la Lupi,que a pesar de usar lentes,tener un caracho bajo la media,se gastaba"el pellejo",el cual lucia generosamente al ondular la amplia falda al ritmo de los exitos de moda.
Nuevamente unos años despues,seriamos nosotros los que bailabamos freneticamente,al ritmo de los exitos norteamericanos,y tambien de la nueva ola chilena.
Era buen negocio tambien en esos tiempos,ingresar a nuestro lote,a la hija del Administrador del
Morro,que generalmente era de la capital.Recuerdo a Gloria,maciza,y morena.Mandada a hacer para pololear.El Rulo se arreglo los bigotes con ella una temporada.Luego vivio un torrido romance con el Momo,que la siguio a la capital,prendado de sus opulentas curvas.
En el Invierno,cuando el Balneario estaba cerrado,tambien ibamos al Morro,pero teniamos que hacerle el quite al viejo Abel,que en verano las oficiaba de portero,y en invierno de cuidador.A veces nos perseguia,pero nosotros,mas agiles,corriamos y saltabamos a la playa,territorio neutral.
Tambien el Morro fue testigo de mi largo pololeo con "la Tonta"como la bautizaron mis compañeros de Universidad,y de mi separacion de ella,por alla por los años 63-64.Pero eso es tema de otro cuento,pequeño Adams,lo dejare para el final.
